How to Finger with Flair

Cómo tocar con estilo

Cuando piensas en la estimulación manual, quizás recuerdes algunas de tus primeras experiencias sexuales. Tal vez fue con otro adolescente, en un sótano oscuro, esperando que los padres no entraran mientras pasaban de besarse apasionadamente a tener relaciones sexuales bajo la ropa y, finalmente, a la estimulación manual. Puede que tengas buenos recuerdos de andar a escondidas y con la esperanza de que no te descubrieran. Quizás solo estés pensando: «¡Ay!». Las primeras experiencias de estimulación manual suelen ser rápidas, bruscas y sin prestar atención a los detalles. Pero no debería ser así.

Los dedos son una herramienta maravillosa, así que ¿por qué no usarlos en todos los aspectos de la vida, especialmente en la intimidad? Si bien el término «estimulación digital» puede referirse a cualquier forma de contacto genital, en este blog lo utilizaremos para referirnos a la estimulación vaginal digital. Si quieres mejorar tus habilidades de estimulación digital (o las de tu pareja), aquí tienes nuestros mejores consejos.

Conoce tu anatomía

El 80% de las mujeres necesitan estimulación del clítoris para alcanzar el orgasmo. Por lo tanto, es útil saber exactamente dónde está y qué es el clítoris antes de empezar. Contrario a la creencia popular, no es solo el punto que se encuentra sobre la abertura de la uretra. En este blog profundizamos en todos los detalles, pero lo que necesitas saber es que el clítoris mide 10 centímetros de largo y se extiende por el tejido a ambos lados de la vulva. ¡Cada persona es diferente! A algunas les gusta la estimulación externa; a otras, la interna. La estimulación manual es una excelente manera de explorar qué te produce orgasmo a ti o a tu pareja.

Utilice un lubricante

Sí, la vulva se lubrica naturalmente. Pero puedes mejorar aún más la experiencia añadiendo un lubricante. La ciencia ha demostrado que aumenta el placer sexual, algo que todas deseamos. Recomendamos un lubricante a base de agua que sea compatible con la lubricación vaginal natural de tu pareja. La lubricación natural del cuerpo puede variar debido a factores como la hidratación, las hormonas, la medicación y el estrés, ¡así que busca ayuda extra!

Límpiate las uñas.

Nada puede arruinar la intimidad como las manos sucias y las uñas largas. Antes de empezar, lávate las manos y, si quieres, hazte la manicura. Así evitarás contagiar bacterias sin querer o incluso cortar a tu pareja.

Tómalo con calma.

No empezarías una maratón sin calentar primero, ¿verdad? Entonces, ¿por qué lanzarte directamente al sexo? La vulva necesita una estimulación sensual y lenta. De hecho, los estudios demuestran que una mujer puede tardar hasta 20 minutos de estimulación en alcanzar el orgasmo. Explora los labios con suaves caricias y círculos. La clave para aumentar la estimulación es mantener el ritmo. Si tu pareja reacciona bien, vas por buen camino. Continúa, a menos que te pida que cambies de actividad. Si notas que se te cansa la mano, pregúntale si quiere probar con un vibrador clitoriano .

Toque antes de entrar

Antes de introducir un dedo, pregúntale a tu pareja si eso es lo que desea. Empieza con uno y luego, si quieres, añade otro. Realiza movimientos circulares dentro de la vagina para estimular la zona sensible de la entrada. Estimula el punto G, que se encuentra a unos cinco o siete centímetros dentro de la pared vaginal, con movimientos de vaivén suaves pero firmes. No es necesario mantener los dedos dentro de la vagina; también puedes alternarlos con estimulación externa del clítoris.

Estimular múltiples áreas

Tienes más de una mano. ¡Úsalas ambas! Masajea otras zonas erógenas, como los pezones. Bésalos y diles cosas subidas de tono para aumentar la sensibilidad y la excitación. Añade vibración de cualquier tipo o cremas potenciadoras para intensificar la estimulación.

Cada persona es diferente, así que presta atención a las señales corporales de tu pareja. No tengas miedo de preguntar qué le gusta. Si sientes que la estimulación manual no es lo tuyo, varía la técnica cada vez y descubre qué es lo que realmente la excita. ¡Simplemente ve despacio y encuentra tu ritmo!

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