¡Convirtiéndose (más) orgásmico!
by Yael R. Rosenstock GonzálezYa sea que tengas problemas para alcanzar el orgasmo, que nunca hayas tenido un orgasmo con tu pareja o que nunca hayas tenido un orgasmo, este artículo te ayudará a encontrar el camino hacia el placer. Puede que te sorprenda, pero la mayor parte de lo que querrás hacer reside en la autorreflexión y el autocuidado general antes de llegar al orgasmo. Esto se debe a que lo que a menudo nos impide el placer es lo que tenemos entre las orejas, no entre las piernas.
Paso 1: Identifica tus creencias negativas (si las hay)
Este paso está dedicado a identificar las creencias que te impiden experimentar el placer orgásmico. Si no estás seguro de cuáles podrían ser, piensa si alguna vez escuchas voces que te distraen y te dicen cosas como:
- Tu placer realmente no importa
- Tardas demasiado en llegar al orgasmo
- El sexo, la masturbación o el placer están mal.
- Tu pareja se irá si no te concentras en ella
- Es demasiado trabajo llevarte al orgasmo.
- No te ves bien en ciertos ángulos
¡Es fácil para mí dar ejemplos porque he experimentado bastantes!
Escribe cualquier cosa que creas (incluso si no quieres creer que crees) que pueda estar afectando tu mentalidad y tu capacidad de placer.
Paso 2: Explora esas narrativas negativas
A continuación, es hora de identificar el origen de estas narrativas o creencias y por qué te influyen. Dependiendo de cómo te sientas más cómodo procesando, podrías hablar de ello con un amigo o familiar. Comparte historias de tus experiencias e influencias pasadas. Otra opción es compartirlas con un terapeuta que te ayude a identificar las fuentes, a registrar tus respuestas mediante técnicas de escritura libre o a través de diversas técnicas de procesamiento. Esto te ayudará a comprender mejor por qué existen estas creencias y por qué impactan tus experiencias.
Paso 3: Reescribe la narrativa
Una vez que hayas comprendido el origen de las creencias negativas y por qué te dominan, es hora de empezar a liberarlas. Un buen punto de partida son las afirmaciones. Al principio no era muy creyente, pero encuentro que pueden ser increíblemente poderosas cuando son lo que necesitamos escuchar. Por ejemplo:
- “Merezco placer/una pareja que valore mi placer”.
- “Soy sexy y segura de mí misma/mi pareja me encuentra sexy”.
- “A mi pareja le encanta darme placer/se preocupa profundamente por mi placer”.
También puede ser útil enseñarles esto a tus parejas, ya sean o no, para que actúen como afirmadores externos. Muchas parejas me han dicho que no hay prisa, que están disfrutando del proceso y que debería relajarme y divertirme. A veces, esto es todo lo que necesito oír para alcanzar el orgasmo.
También deberías practicar algunas actividades de amor propio que centren tus experiencias sensuales.
- Vestirse con lo que te haga sentir más atractivo
- Tomando fotos sexys de ti mismo
- Saboreando los sabores de la comida decadente
- Involucrando los cinco sentidos con las cosas que amas
- Reducir el estrés
Esto último puede venir en forma de decir "no". Practica estar presente en lo que haces a diario e identifica las cosas que tu cuerpo y mente te piden que dejes, y comprueba si realmente puedes. Siempre que sea posible, es importante priorizarte a ti mismo y a tu bienestar, sobre todo porque es una lección de que tú importas más que cualquier cosa no deseada que estés dejando de lado.
Paso 4: Ponte en contacto con tu mente
Este paso es similar al 3, pero va un poco más allá. Aquí debes pensar en tu experiencia sexual ideal. ¿Cómo empieza? ¿Cómo es el ambiente y el estado de ánimo? ¿Qué actividades se realizan? ¿Quién participa (si hay alguien más aparte de ti)?
Crea una fantasía sexual en tu mente que puedas vivir en la vida real. Quizás puedas usarla mientras te estimulas o te estimulan. Puedes leer o ver material erótico para inspirarte.
Paso 5: Ponte en contacto con tu cuerpo
Esto puede manifestarse de diversas maneras. Si experimentas algún tipo de imagen corporal negativa, puedes aprovechar esta oportunidad para conocerte por completo en lugar de concentrarte en lo que no te gusta. Prueba la actividad del espejo. Observa tu cuerpo en sus movimientos naturales. Aprecia cómo cambia en relación con tu respiración u otros movimientos.
Conoce tus genitales si no los conoces. Practica ejercicios del suelo pélvico para fortalecer tu cuerpo, lo cual puede ayudarte a alcanzar el orgasmo. Experimenta con diferentes tipos de contacto en tu cuerpo y genitales. Observa qué te gusta cuando te excitas (tocar mientras lees, ves algo o imaginas escenas sensuales).
Haz todo esto sin un objetivo final. La presión de amar tu cuerpo o de tener que alcanzar el orgasmo puede ser una distracción y contraproducente. Date tiempo para simplemente observar, observar y aprender.
Paso 6: Aceptar las fluctuaciones
Probablemente descubrirás que este es un proceso continuo. Puede que tengas varias creencias internalizadas que empieces a cambiar a distintos ritmos. Aunque pueda resultar frustrante, encontrar el placer orgásmico no es una carrera. Sé amable contigo mismo. Mantente abierto a descubrir más a medida que avanzas en este camino. Practica constantemente los pasos 3 a 5 para sentirte apoyado, seguro y merecedor. Tu mente es tu órgano sexual más poderoso, así que depende de ti asegurarte de que te beneficie.
La inspiración para esta publicación proviene de muchos lugares, pero tres personas que se destacan son The Body is Not an Apology de Sonya Renee Taylor, Pleasure Activism de Adrienne Maree Brown y For Yourself de Lonnie Barbach.
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