Exploring Asexuality: It's Okay to Not Want Sex

Explorando la asexualidad: está bien no querer tener sexo

La asexualidad no es un concepto nuevo, aunque parezca que solo ha cobrado relevancia en los últimos años. La referencia más antigua conocida a la asexualidad data de finales del siglo XIX y principios del XX, y fue en 2001 cuando se fundó la Red de Visibilidad y Educación Asexual (AVEN), que ofrece una plataforma para que las personas asexuales se conecten y compartan sus experiencias. La asexualidad es fascinante porque cuestiona la suposición, a menudo incuestionable, de que todo el mundo experimenta atracción sexual.

Según AVEN, la asexualidad se define como «la ausencia de atracción sexual o de un deseo intrínseco de tener relaciones sexuales». Si bien las personas asexuales pueden tener relaciones románticas y de hecho las tienen, generalmente no sienten una necesidad fuerte (o ninguna) de sexo. Sin embargo, esta definición es solo la punta del iceberg.

¿Soy asexual?
Si alguna vez te has sentido fuera de lugar cuando tus amigos hablan de sus enamoramientos o te has dado cuenta de que no te interesa el sexo incluso en relaciones románticas, es posible que seas asexual (o «ace»). Como se mencionó antes, las personas asexuales no suelen considerar el sexo como algo importante, pero esto no significa que no tengan relaciones satisfactorias. Muchas las tienen, e incluso algunas incluyen el sexo en esas relaciones basándose en la comprensión y la conexión mutuas.

Reconocer estos sentimientos puede ser el primer paso para comprender tu identidad. Si las narrativas tradicionales sobre la atracción sexual no te resultan familiares, explorar la asexualidad podría ayudarte a comprender mejor tus experiencias. En definitiva, tanto si eres asexual como si simplemente estás explorando tu identidad sexual, lo fundamental es comprender y respetar lo que te parece correcto. No hay una forma correcta o incorrecta de vivir tu relación con el sexo; se trata de lo que te parezca auténtico.

Está bien no desear tener sexo, y también está bien desearlo.
En un mundo que a menudo prioriza las relaciones sexuales, es importante reconocer que está perfectamente bien no desear tener sexo. Para las personas asexuales, la falta de atracción sexual es una parte natural de su identidad. Esto no las hace menos válidas, completas ni capaces de formar conexiones románticas y no románticas profundas y significativas con los demás. La sociedad puede enviar mensajes contradictorios sobre la importancia del sexo, pero ser asexual significa aceptar tu experiencia única, con o sin sexo.

Al mismo tiempo, también es perfectamente válido que una persona asexual desee o disfrute del sexo. La asexualidad se refiere a la ausencia de atracción sexual, pero eso no implica necesariamente una aversión al sexo. Algunas personas asexuales pueden tener relaciones sexuales por diversos motivos, como conectar con una pareja, experimentar placer físico o simplemente porque así lo eligen.

La asexualidad como parte del espectro LGBTQIA+
La asexualidad se reconoce como una parte válida e importante de la comunidad LGBTQIA+ , lo que pone de relieve que no existe una única manera de experimentar —o no experimentar— la atracción sexual. La asexualidad, al igual que otras identidades dentro de este espectro, no se trata de lo que falta, sino de una experiencia diferente de la atracción y las relaciones.

Es fundamental afirmar que no hay nada de malo en la falta de atracción sexual. Esta perspectiva cuenta con el respaldo no solo de las personas asexuales, sino también de la comunidad LGBTQIA+ en general y de profesionales de la salud mental. El espectro dentro de la asexualidad, que incluye identidades como la demisexualidad y la grisexualidad, pone de relieve la diversidad de la experiencia humana.

Demisexuales, grisexuales y más
Algunas personas se identifican como demisexuales, lo que significa que solo experimentan atracción sexual tras establecer un vínculo emocional profundo con alguien. Otras se identifican como grisexuales (también grisexuales o asexuales grises), término que describe a quienes experimentan atracción sexual rara vez o solo en circunstancias específicas. Existen también subcategorías dentro del espectro asexual, cada una de las cuales refleja las distintas maneras en que las personas se relacionan con la atracción sexual, el deseo y la intimidad.

Juguetes para todo tipo de experiencia asexual
Si bien algunas personas asexuales disfrutan de una vida sin sexo, otras disfrutan explorando el placer con juguetes sexuales. Tanto si aceptas plenamente tu identidad asexual como si te encuentras en la zona gris, existe un juguete que podría ser perfecto para ti.

Vibradores:
Para quienes tienen clítoris, ¡los vibradores son lo mejor! Desde opciones pequeñas y delgadas para una estimulación precisa hasta vibradores con doble motor más potentes , hay algo para todos.

¿No te gusta la estimulación localizada? Prueba un juguete como una varita o algo con una superficie más amplia para que la vibración se distribuya de manera más uniforme por toda la vulva. Descubre uno que se adapte a tus preferencias y mejore tus momentos de placer, ya sea sola o en pareja.

Enchufes:
Para quienes tienen próstata o sienten curiosidad por el sexo anal, los plugs pueden ser una excelente manera de explorar nuevas sensaciones. Las opciones para principiantes, como Mesmerize y el kit Beaded Anal Trainer , son perfectas para ir poco a poco.

Recuerda usar abundante lubricante y no tengas prisa: ¡cualquier avance es bueno! Siempre recomendamos usar un lubricante de silicona (para que puedas tomarte tu tiempo sin tener que reaplicar mucho) y un gel de confort para mayor tranquilidad.

Independientemente de tu orientación sexual, estos juguetes te ofrecen una forma de conectar con tu cuerpo a tu manera, ya sea por placer, curiosidad o simplemente exploración.

Consoladores:
Los consoladores vienen en diversas formas y tamaños para satisfacer todos los gustos. La silicona es siempre la mejor opción, ya que no solo es un material seguro para el cuerpo, sino que también se puede moldear fácilmente en muchos diseños versátiles y, a veces, personalizables, ¡tanto si prefieres formas realistas como abstractas!

Consejo profesional: ¡Ten cuidado! Asegúrate de que tu consolador tenga una base ensanchada.

¿Quieres incluir juegos con arnés? Hay un montón de opciones compatibles, con y sin vibración, para satisfacer tus necesidades particulares.


Para comprender la asexualidad, debemos abandonar la idea de que la atracción sexual es una experiencia universal. El espectro dentro de la asexualidad pone de relieve la diversidad en cómo las personas experimentan (o no experimentan) la atracción sexual, enfatizando que no existe una única forma de ser asexual.

Ya sea que estés explorando tu propia identidad o tratando de comprender a los demás, es fundamental recordar que la asexualidad, como todos los aspectos de la identidad, es profundamente personal. Se trata de reconocer y respetar la experiencia única de cada persona con la atracción y las relaciones.

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