Talking Taboo: Anal Play

Hablando de tabú: Juego anal

Solo hay una manera de disipar un tabú: hablar de él. Sabemos que hablar de sexo sigue siendo un tabú en algunas comunidades. Sin embargo, comprender nuestra sexualidad y preferencias sexuales sigue siendo un aspecto importante de nuestras vidas.

Un tema que requiere más debate, especialmente en ciertas comunidades, es el juego anal (o estimulación anal). Existen algunas ideas erróneas sobre quién participa, por qué motivos y con quién. Sin embargo, independientemente del género, la orientación sexual o el estado civil, la gente está interesada, curiosa y tiene preguntas.

¿Qué es el juego anal?

Para empezar, existen diversas maneras de obtener placer estimulando la zona anal sin penetración. El anilingus es la estimulación oral del ano ("comer el trasero") y el beso negro, que incluye el uso de la boca, la lengua y los labios, puede aumentar e intensificar el placer. Las actividades de penetración pueden incluir el uso de los dedos, los puños, juguetes sexuales o la inserción de un pene en el ano para obtener placer y disfrute sexual.

Hay muchas guías para principiantes en línea, según tus intereses. También deberías hablar con tu pareja sobre lo que quieres y evaluar sus intereses. La comunicación sexual es fundamental para tener experiencias sexuales placenteras con tu(s) pareja(s).

Además de la comunicación, hay algunos aspectos a considerar para mejorar la comodidad: higiene adecuada, seguridad, excitación y cuidados posteriores. Analicemos cada uno brevemente.

Higiene

La higiene es fundamental. Si sientes que necesitas defecar, hazlo antes de bañarte o ducharte. Algunas personas (como las del grupo A, ya sabes quiénes son) pueden optar por un paso más, como usar un enema o una ducha anal . Esto depende totalmente de ti. Si decides usar una ducha vaginal, asegúrate de hacerlo con unas horas de antelación. Las manos, la boca y los juguetes deben estar limpios antes de la actividad. Sin embargo, NO te cepilles los dientes ni uses hilo dental, ya que esto puede causar pequeños cortes en la boca y tener consecuencias no deseadas, como la propagación de infecciones de transmisión sexual u otras infecciones.

Seguridad

Es importante que sepas que existen riesgos asociados con el juego anal y la penetración. La zona anal es muy sensible a los daños y, por lo tanto, eres más vulnerable a desgarros, dolor y presencia de sangre. Se recomiendan condones y barreras bucales como métodos de barrera para prevenir y reducir la propagación de infecciones. Otro aspecto de la seguridad es la conciencia de tu propio cuerpo y tus límites. Demasiada presión o fricción puede causar molestias y dolor. Sin embargo, es poco probable que esta irritación provoque el desarrollo de hemorroides. Si ya tienes hemorroides, y especialmente si son dolorosas, es mejor abstenerse de la actividad anal hasta que hayan sanado o dejen de causar molestias.

Excitación

Dado que el objetivo es tener una experiencia placentera, es importante que estés excitado. Debes calentarte o prepararte para cualquier tipo de estimulación anal. También querrás estar relajado. Encontrar una posición cómoda puede ayudar. Si piensas introducir algo en el ano, debes tener lubricante a mano, ya que el ano no se autolubrica. Te recomiendo tener a mano Booty Eaze , un gel calmante, o un lubricante a base de silicona . Los kits de entrenamiento anal son otra herramienta que puedes usar para acostumbrarte a la sensación. Recuerda que, si planeas introducir un objeto en el ano, debe tener un tapón o tapón.

Cuidado por los convalecientes

Al terminar la actividad, tómate un tiempo para limpiar. Esto incluye limpiar los juguetes que usaste. La relajación y las posiciones cómodas también son una excelente idea. El cuidado posterior es esencial en las experiencias sexuales y puede aumentar la intimidad. Aprovecha este tiempo para compartir con tu pareja lo que disfrutaste y, quizás, cosas que puedan mejorar las experiencias futuras.

Si nunca has probado el sexo anal, podría ser el momento perfecto para probar algo nuevo. Es más común de lo que la mayoría cree: el 36 % de las mujeres y el 42 % de los hombres en EE. UU. afirman haber probado el sexo anal al menos una vez. ¡Prueba estos consejos y descubre si lo disfrutas!

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